1. Fortalecimiento institucional y operativo de los cuerpos de seguridad
El primer paso hacia la restauración de la seguridad es robustecer a nuestras instituciones encargadas de la seguridad pública y la justicia. Esto requiere de procesos articulados que permitan tener una mejor gestión y fiscalización:
● Control y fiscalización de los recursos financieros y logísticos: Es esencial optimizar el presupuesto destinado a la seguridad mediante una reasignación eficiente y transparente de los fondos. Se debe dotar a las fuerzas de seguridad con equipamiento moderno, tecnología de vigilancia avanzada, vehículos especializados y sistemas de comunicación en tiempo real para una mayor capacidad operativa.
● Formación y capacitación continua: Los miembros de los cuerpos policiales, militares y de inteligencia deben recibir capacitación especializada y constante en técnicas de control del crimen organizado, terrorismo, narcotráfico y delincuencia común. Esto debe incluir la adopción de las mejores prácticas internacionales en seguridad ciudadana y uso de la fuerza, respetando los derechos humanos.
● Reingeniería institucional: A nivel estructural, se requiere una revisión exhaustiva de los procedimientos y sistemas de gestión interna en las instituciones encargadas de la seguridad, incluyendo la policía, la Fiscalía, y los tribunales de justicia. El objetivo es agilizar la respuesta frente al crimen y aumentar la eficacia en la resolución de casos.
2. Cadena perpetua como herramienta legal para crímenes atroces
El segundo eje de acción es la implementación de reformas legislativas, a través de debates técnicos serios, orientadas a aumentar la severidad de las penas para los delitos más graves que generan conmoción social, tales como violaciones, homicidios, secuestros y crímenes relacionados con el narcotráfico. La instauración de la cadena perpetua para este tipo de crímenes debe ser una medida clave para garantizar una respuesta punitiva fuerte y disuasoria.
● Reforma del Código Penal: Se llevará a cabo una revisión integral del marco penal ecuatoriano, dentro del marco de los compromisos internacionales asumidos por el Estado, con el fin de incorporar la cadena perpetua y asegurar que las penas sean proporcionales a la gravedad del delito. Esto también debe incluir mecanismos para asegurar el cumplimiento efectivo de las sentencias y el debido proceso, minimizando el riesgo de impunidad.
● Por una verdadera justicia independiente: Junto con estas reformas, es fundamental fortalecer el control y fiscalización del sistema judicial con absoluta independencia de los diferentes sectores o actores políticos para evitar corrupción y asegurar que los procesos penales se lleven a cabo de manera célere y con estricto apego a lo establecido en la Ley. Necesitamos una mano dura con la Función Judicial para garantizar la transparencia y eficiencia que permita alcanzar una verdadera justicia y paz.
3. Fiscalización y transparencia en la asignación y ejecución de recursos
La seguridad ciudadana debe ser gestionada con la verdad. Por ello, se establecerá un mecanismo de auditoría exhaustiva y continua sobre el uso de los presupuestos asignados a las entidades de seguridad. Este sistema de fiscalización incluirá:
● Auditorías independientes y revisiones periódicas: Las auditorías a los presupuestos y a la ejecución de los programas de seguridad deberán ser realizadas por entes independientes, con revisiones trimestrales que evalúen el cumplimiento de los objetivos planteados. Los resultados de estas auditorías deberán ser públicos para garantizar la transparencia ante la ciudadanía.
● Rendición de cuentas: Los funcionarios encargados de liderar las políticas de seguridad deberán rendir cuentas regularmente ante la Asamblea Nacional, asegurando que los recursos sean utilizados de manera eficiente y que las metas en seguridad se estén alcanzando.
4. Reformas legislativas y fortalecimiento del marco normativo
El marco legal actual requiere reformas que permitan a las instituciones de seguridad actuar con mayor eficacia frente al crimen organizado y la delincuencia común. Algunas de las acciones necesarias son:
● Modificación/ Actualización de la normativa en materia de Seguridad Pública: Es crucial actualizar las leyes que regulan la seguridad interna para incluir mecanismos más ágiles que permitan a las fuerzas de seguridad responder inmediatamente a las amenazas emergentes. Esto incluye la modernización de las normas sobre inteligencia, intercepción de comunicaciones y control de fronteras.
● Fortalecimiento del régimen penitenciario: Las cárceles del país necesitan una reforma estructural que aborde la crisis de hacinamiento y garantice que se conviertan en verdaderos centros de rehabilitación. A la par, se deben establecer medidas para prevenir el uso de los recintos penitenciarios como centros de operación de bandas criminales. Es totalmente infructuoso encarcelar a alguien si desde una celda puede seguir delinquiendo.
5. Coordinación interinstitucional y con los gobiernos locales
El desafío de la inseguridad no puede ser responsabilidad exclusiva del gobierno central, es necesario que todos los niveles de gobierno trabajen de manera conjunta y coordinada en la formulación e implementación de políticas de seguridad. La seguridad debe ser un eje transversal que integre:
● Acciones locales y nacionales: La seguridad en las ciudades y en las áreas rurales requiere soluciones específicas para sus realidades. Los legisladores deben colaborar estrechamente con las autoridades locales para implementar políticas de seguridad que respondan a las características particulares de cada provincia.
● Participación de la sociedad civil: Se debe fomentar la participación de la ciudadanía en el diseño e implementación de políticas de seguridad. Esto incluye la creación de espacios de diálogo entre la comunidad, los organismos de seguridad y los legisladores para identificar las principales amenazas y las soluciones más viables.
El Ecuador enfrenta una crisis de seguridad que requiere un enfoque multidimensional y sostenido en el tiempo. Las reformas planteadas no solo buscan fortalecer las capacidades operativas de los cuerpos de seguridad, sino también consolidar un marco legal que permita actuar con contundencia frente a los delitos más graves. La claridad en la gestión de los recursos, la fiscalización permanente y la coordinación entre instituciones serán pilares fundamentales para crear oportunidades que beneficien a los ecuatorianos en cada rincón del país.